Situación delicada en la que ha acabado el Valencia CF Mestalla la primera vuelta del campeonato liguero del grupo 3 de la Segunda Federación. Tras los primeros 17 encuentros disputados, el filial valencianista tan solo ha podido acumular 17 puntos, lo que le deja hundido en la 16ª posición de la tabla clasificatoria. Las sensaciones que ha dejado el segundo equipo ‘che’ auguran un mal presagio de cara al futuro y existe el riesgo, cada vez más latente, de descenso a Tercera Federación. A día de hoy, encadenan cinco (5) jornadas sin ganar, perdiendo en cuatro de ellas.
Bien era sabido que, a diferencia de la pasada campaña en la que llegaron a disputar el play-off de ascenso, esta temporada iba a ser especialmente complicada para los de Miguel Ángel Angulo, cuyo objetivo iba a ser bien distinto por todos los condicionantes que se dieron a lo largo del verano, y que se están dando durante la temporada. Quizá no para pensar en un posible descenso de categoría, pero sí para creer que iban a estar en la zona intermedia sin pasar excesivos apuros. No obstante, entre otras, la igualdad y máxima competitividad que existe en el grupo han hecho que el filial valencianista se haya dado un golpe de realidad en esta primera vuelta. Hay varias razones, que a continuación analizamos, que explican la situación.
El VCF Mestalla sufrió en verano una remodelación de su plantilla debido al cambio generacional, por el que varios de sus futbolistas importantes (Cristhian Mosquera, Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez o Alberto Marí) dieron el salto al primer equipo, y quedó un plantel más ajustado y también nobel en la categoría. Además, el “efecto dominó” de la mala planificación de los ‘mayores’ ha obligado al Pipo Baraja a echar mano de varios jugadores (César Tárrega, Yarek Gasiorowski, Pablo Gozálbez y Hugo González) que se presuponían piezas clave en el filial valencianista y que no son elegibles por Miguel Ángel Angulo al estar en dinámica de primer equipo, pese a su participación testimonial en la máxima categoría.
A ello hay que sumar las dificultades que atraviesan el míster asturiano y su cuerpo técnico cada semana para poder realizar su trabajo. Vaya por delante que el objetivo principal del VCF Mestalla es formar jugadores y nutrir al primer equipo. Sin embargo, el mismo es complicado si no cuenta con las herramientas suficientes para hacerlo. Y esto es porque la necesidad del Valencia CF obliga al Pipo Baraja a echar mano del filial valencianista, que durante la semana ha de trabajar con muy pocos efectivos para preparar los partidos del fin de semana. Por lo que Miguel Ángel Angulo ha de hacer peripecias para poder completar las convocatorias y sacar un once titular de garantías que pueda competir, muchas veces obligado a echar mano de un Juvenil ‘A’ cuya temporada también está siendo complicada por ese “efecto dominó” del que hablamos.
Todo ello se ha acabado traduciendo en inestabilidad deportiva e irregularidad de resultados, marcada por la falta de ‘veteranía’ (han acabado perdiendo cinco encuentros en los que se adelantaron en el marcador) en la categoría, que han acabado dejando al VCF Mestalla no en una situación crítica porque todavía queda toda la segunda parte de la temporada por disputarse, pero sí en alerta real por miedo a que se consuma un descenso que, en lo deportivo, sería catastrófico para el Valencia CF y su política de cantera. De hecho, Miguel Ángel Angulo no huye de la realidad y ha declarado alguna vez que el filial “merece estar ahí” en la zona baja porque no han logrado buenos resultados a pesar de, en algunas jornadas, haber merecido marcadores más favorables.
Lo cierto es que la primera vuelta del VCF Mestalla ha sido de resultados muy pobres, y eso que no tuvo un arranque liguero del todo malo. En septiembre hubo un halo esperanzador con una victoria y dos ‘tropiezos’ en forma de empate en el Puchades y una victoria y una derrota lejos de Paterna. Octubre fue pésimo, logrando solo un punto (de 12) ante rivales de la zona alta. En noviembre el filial se repuso, enlazando tres jornadas sin perder (dos victorias y un empate), pero volvió a caer en casa. Diciembre fue aciago, ‘rascando’ solo un punto a domicilio y no pudiendo dejar ninguno en Paterna en los dos partidos consecutivos que se jugaron en el Puchades. Y el arranque de 2024 alargó las malas sensaciones, empezando con derrota lejos de casa . En resumen, este es el balance de resultados: 4 victorias, 5 empates y 8 derrotas en la primera vuelta.
La igualdad que ha existido en el grupo durante la primera vuelta ha sido tal que el play-off de ascenso y la zona de descenso se ha visto, durante muchas jornadas, separada por muy pocos puntos, habiendo en medio multitud de equipos que podían ‘colarse’ en cualquiera de las dos parcelas. Por lo que respecta al VCF Mestalla, esa irregularidad tan regular les ha mantenido fuera de los puestos de descenso durante gran parte de la primera vuelta, pero no le ha dado al filial para establecerse lejos del peligro, ya que la mala racha que enlazó en la recta final del pasado año les ha hecho hundirse en la clasificación.
Tanto es así que, justo en el ecuador de la temporada liguera, los de Miguel Ángel Angulo se han metido de lleno en el fango, habiendo más de un partido ya de distancia con la permanencia, que está a cuatro (4) puntos. Restan todavía 17 jornadas por disputarse y el VCF Mestalla está a tiempo de darle la vuelta a su preocupante situación, pero la realidad es que las sensaciones que ha dejado en la primera vuelta no invitan al optimismo. De hecho, a día de hoy, es un claro candidato a pelear por eludir un descenso al que el filial valencianista tiene un 48% de caer, según las probabilidades generadas por la APP de “BeSoccer”.
📸: Valencia CF / BeSoccer.