La rodilla de Mario Domínguez hace saltar las alarmas en el Valencia CF Mestalla después de que el delantero, que llevaba poco más de cinco minutos sobre el terreno de juego del Nou Sardenya, tuviera que ser sustituído después de una desafortunada acción en la que, en su intento por internarse en el área para rematar, fue obstaculizado de forma fortuita por Santi Borikó.
El ariete cayó al suelo y, con un grito de dolor que se escuchó desde la tribuna principal del estadio del CE Europa, se llevó la mano a la rodilla derecha. Las caras de preocupación en sus compañeros se dejaron ver mientras los servicios médicos del filial valencianista saltaban al césped para hacerle una primera exploración a su rodilla. De hecho, Borja Calvo pedía el cambio.
Cojeando y sin poder siquiera apoyar la pierna derecha, Mario Domínguez tuvo que salir del campo ayudado por el fisioterapeuta del VCF Mestalla (que también pedía el cambio) y por su compañero Diego Moreno. Las primeras sensaciones, a falta de las pertinentes pruebas médicas, no invitaban al optimismo. Tampoco el semblante cabizbajo del jugador en el túnel de vestuarios al acabar el partido.
Miguel Ángel Angulo, preguntado en rueda de prensa sobre el estado de Mario Domínguez, contaba que el delantero estaba asustado y preocupado porque “ha notado algo raro en la rodilla, un giro hacia atrás” y señalaba que se debía esperar para saber si tiene algo serio o queda en un simple susto.
Tras las pertinentes pruebas médicas, que se le realizaron al delantero la tarde-noche del pasado jueves, se han confirmado los peores presagios porque se ha conocido que deberá pasar por quirófano: Mario Domínguez sufre una rotura del LCA (ligamento cruzado anterior) de su rodilla derecha. El granadino se pierde lo que resta de temporada porque estará un mínimo de 6 meses de baja.
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