Trabajo incansable el que ha hecho la dirección deportiva del Valencia CF Mestalla en este mercado invernal que acaba de finalizar, sobre todo en un último día de ajetreo máximo en el que las oficinas de la Academia VCF echaron humo hasta última hora, cuando se cerraron hasta cuatro operaciones. Una ventana de fichajes en la que la secretaría técnica ha tenido que hacer peripecias y jugar con el número de fichas disponibles, ya que sin salidas no eran posibles las llegadas.
El final del 2022 y el inicio del 2023 fueron movidos en Paterna. Se confirmaron las inesperadas, pero beneficiosas al finalizar contrato y el club guardarse derechos a futuro sobre los futbolistas, salidas de Joseda Menargues y Pedro Alemañ con destino al fútbol profesional. Eso hizo reaccionar a la dirección deportiva del VCF Mestalla, que para reforzar el carril derecho acabó incorporando a Carlos Alemán, prometedor lateral derecho todavía en edad juvenil de la cantera del RCD Espanyol.
Estos movimientos, más la vuelta tras lesión del veterano capitán Adri Gómez, al que se le tramitó la ficha federativa una vez recibida el alta médica, dejaban sin margen de maniobra a un filial valencianista que no podía incorporar jugadores por tener todas las fichas ocupadas. Con este escenario, Miguel Ángel Angulo reclamó algún fichaje antes del cierre del mercado, aunque el técnico era consciente de la situación, que demandaba salidas para que pudiera haber alguna llegada.
Con ello, y como ya era sabido por todos, el asturiano puso en la rampa de salida a Darío Serra y Mario Musy, jugadores faltos de oportunidades y que, como señaló el mister, podían “buscar otro equipo para competir” porque en el VCF Mestalla lo iban a tener complicado. Tanto Serra como Musy manejaban opciones para marcharse del filial, pero ninguna de ellas se pudo concretar. Hasta el último día de mercado.
La salida de Darío Serra, que puso rumbo al Go Ahead Eagles de la Eredivisie, desbloqueó una situación que acabó detonando el martes 31 de enero con hasta cuatro movimientos y un ajetreo de locos en las oficinas de Paterna. Para más inri, días previos a todo este caos, el CD Badajoz rompía la cesión de un Alessandro Burlamaqui que, sin pasar por Valencia, acabará la temporada jugando cedido en el CF Intercity de Primera Federación.
Con una ficha libre, la dirección deportiva del filial ‘ché’ peinaba el mercado en busca de algún jugador, de banda preferiblemente por el ‘ascenso’ de Fran Pérez al primer equipo y las sucesivas bajas durante el último mes de competición, que ayudara y potenciara al VCF Mestalla en el segundo tramo de la competición liguera. Ahí apareció el nombre de Zeidane Inoussa, extremo zurdo sueco que llega al VCF Mestalla cedido -con opción de compra- desde el SM Caen francés.
Cuando parecía que se iban a calmar las aguas, saltó la sorpresa: el luso Tiago Ribeiro cortaba su cesión para enrolarse en el Paços de Ferreira de la Primeira Liga de su país. Junto a él, también hacía las maletas un Mario Musy cuya salida era evidente y que, previa rescisión de contrato, ponía rumbo al CD Laredo de su Cantabria natal. Ahora la dirección deportiva del VCF Mestalla podía jugar con las fichas libres, y vaya si lo hizo: consiguió la cesión -con opción de compra- de Gustavo Maia, atacante brasileño del FC Barcelona.
El balance final de esta ventana de fichajes es de tres llegadas (el lateral derecho Carlos Alemán y los extremos Zeidane Inoussa y Gustavo Maia), la tramitación de la ficha de Adri Gómez y hasta seis salidas en el filial valencianista (Joseda Menargues, Alessandro Burlamaqui, Pedro Alemañ, Tiago Ribeiro, Darío Serra y Mario Musy). ¿Sale favorecido o mermado el VCF Mestalla? Eso tendrán que demostrarlo los de Miguel Ángel Angulo sobre el verde.
📸: Valencia CF / Esport Base.