✍🏻 PAU PARDO (@PardoD_) | Cronista de Superdeporte.
El año que está a escasas horas de concluir ha tenido más turbulencias que momentos de estabilidad para la entidad de Mestalla. La espiral de autodestrucción del primer equipo ha arrasado con todo y ha acaparado el foco mediático. Y a su sombra no puede quedar el difícil año que ha vivido el filial debido a la mala gestión por parte del club, que lleva temporadas armando plantillas poco equilibradas y teniendo que remar a contracorriente en el mercado de invierno para salvar la papeleta.
El COVID ha sido un drama humanitario y económico para la sociedad y los clubes de fútbol, pero tengo pocas dudas de que el parón que propició en las categorías no profesionales salvó al Mestalla del descenso al que parecía abocado. El equipo era incapaz de ganar partidos y poco a poco se hundía en los puestos de abajo sin visos de cambio ni muestras de reacción. Solamente resignación mientras en las altas esferas repetían (y repiten) el manido mantra de la Youth Policy y parapetan todas sus torpes decisiones en algo que suena muy bien: “Proyecto de Cantera”. Que suena muy bien, pero que no entienden, porque si lo hicieran nunca pondrían a los jóvenes en la tesitura en la que los están poniendo y los dejarían crecer desde la tranquilidad, no desde la presión de cargar con una responsabilidad que no les corresponde.
Con la competición de regreso, la reestructuración de las categorías ha alumbrado un formato de Segunda ‘B’ que deja poco margen de error debido a su brevedad y lo dramático que podría llegar a ser caer en descenso, pudiendo alcanzar el quinto escalafón de nuestro fútbol (Tercera División). Quizás el año en que más planificación deportiva se necesitaba, el equipo anda cojo de fondo de armario y adolece de algo más de veteranía.
Y en medio del temporal: Óscar Fernández. Seguramente el clavo ardiendo al que agarrarse, un entrenador de la casa, con una probada capacidad para trabajar con la juventud y un libro abierto en el apartado táctico. El filial valencianista, aunque ha seguido pagando la ternura y la bisoñez, ha crecido en las jornadas previas al parón de la mano de varios ajustes por parte del técnico, que se postula como la gran esperanza blanquinegra para el año entrante.
📸: Valencia C.F.